El guitarrista Adrian Smith de IRON MAIDEN fue entrevistado por Pagina 12 antes de sus shows en Argentina. Esto es lo más destacado que contó el guitarrista:
Sobre Bruce Dickinson: “Como frontman, es el que más está en el tema. Siempre trató de mantener al público tranquilo; había muchas personas, y la cosa podría haberse puesto fea si la gente se hubiese enojado y hecho más presión hacia el escenario. El sabe interactuar con el público, hizo algunas monerías y nos mantuvo a nosotros al margen”.
Sobre el nuevo álbum: “Uno hace un disco para darle a la gente algo con qué jugar. Hoy la mayoría descarga un track y lo escucha unos minutos, mientras piensa qué otra cosa va a bajar. El material fue saliendo en el estudio y en un momento nos dimos cuenta de que el disco estaba hecho. Nunca supimos cuánto iba a durar, vimos que tenía que ser doble cuando contabilizamos las canciones que había. Me gusta que el disco vaya contra la corriente, ésa que indica que todo tiene que ser rápido, ya. Bueno, para escuchar esto se tienen que hacer un tiempito”
Sobre la grabación del CD: “Normalmente, entramos a grabar con un sesenta o setenta por ciento del disco escrito y ensayado, pero esta vez no. En su momento estuve revolviendo bocetos que tenía guardados desde los 80. De ahí salieron “Death or glory” y “Speed of light”, dos temas que le mostré a Bruce y que terminamos juntos, algo que no hacíamos desde hacía mucho tiempo. Exceptuando esas dos canciones, el resto lo resolvíamos en el día: armábamos las partes, las aprendíamos, y grabábamos. Eso hizo que el disco resultara muy fresco”.
Sobre volver a grabar, quince años más tarde, en el mismo estudio donde grabaron Brave New World: “Creo que el estudio tuvo un gran impacto, es uno de mis lugares favoritos para grabar. El espacio cambió mucho visualmente desde aquella vez, pero conserva una excelente vibra que nos hizo sentir muy cómodos para trabajar. Además, nos encantó estar esas seis semanas en París. En cuanto a Brave New World, es uno de mis discos preferidos, representa una fase muy emotiva para Bruce y para mí, porque volví a MAIDEN después de diez años, y está lleno de buenas canciones. No sé si considerarlo un clásico, al menos eso no debería decirlo yo, porque nosotros metemos lo que mejor que tenemos para cada disco, y le queda el público definir si es un clásico o no. Imagino que Piece of Mind o The Number of the Beast están más cerca de serlo”.
Sobre la canción “Tears of a clown” (“Lágrimas de un payaso”) y su relación con el  suicidio del actor Robin Williams: “No en principio. Primero estuvo la música, de donde partió la idea para la letra. Se puede interpretar como la historia de alguien que parece feliz pero está oscureciéndose por dentro. Si alguien quiere, puede pensar en Robin Williams, pero no fue él el disparador”
Sobre el montaje y los shows: “Para mí, éste es uno de nuestros shows mejor producidos, la introducción es emocionante. Vamos a tocar algunas canciones del nuevo disco, del que estamos orgullosos, y varios clásicos.” Uno de esos infaltables es “Wasted Years. Dicho tema lo escribí pensando en la melancolía que me generaba estar en la ruta, lejos de mi casa, extrañando a mi familia. El mensaje es que no tiene sentido llorar ni ponerse mal, no hay que perder el tiempo, hay que vivir el momento y ser positivo”.
Sobre las siete semanas de preocupación  mientras duraban los tratamientos del cáncer de Bruce: “Lo más difícil lo vivieron Bruce y su familia. En lo personal, no me deprimí tanto, porque es un tipo tan fuerte mental y físicamente, que sabía que iba a salir adelante. Pero no fue fácil. Cuando alguien cercano está enfermo, uno se pregunta qué puede hacer para ayudar, y realmente no hay mucho. Tuvo el mejor tratamiento y lo acompañaron bien. Por suerte, el tema está resuelto”.

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