Lita Ford ha hablado de sus motivos para no reunir a THE RUNAWAYS y se ha reafirmado en sus historias sobre Tony Iommi en una nueva entrevista con Joel Gausten.
Sobre THE RUNAWAYS: “No tiene nada que ver con Joan (Jett), es su manager. Tienen un problema conmigo, desde siempre. Desde que THE RUNAWAYS se separaron pusieron un muro y decidieron que no iba a acercarme a Joan. Éramos hermanas en THE RUNAWAYS, nos llevábamos muy bien. Éramos las dos únicas del grupo que nunca discutíamos, nunca peleamos ni tuvimos una palabra más alta que otra. Y luego aparece este tipo y básicamente me manda a la mierda, y no solo eso, intentó sabotear mi carrera para que Joan pudiera tenerlo todo. Personalmente creo que el mundo es lo suficientemente grande como para que haya más de una mujer. Tenemos a Chrissie Hynde o Pat Benatar y otras muchas, pero por algún motivo me vieron como una amenaza para Joan. Y no lo era. Éramos dos artistas totalmente distintas, y nuestra música ni siquiera se parece. Teníamos diferentes públicos. Él lo veía como una competición entre nosotras y lo convirtió en una guerra. Me he callado durante 30 años mientras ha intentado terminar con mi carrera. Llamaba a fotógrafos, directores de vídeos y agentes para decirles que si trabajaban conmigo, no volverían a hacerlo con Joan. 9 de cada 10 veces la gente lo mandaba a la mierda, pero en ocasiones sí que me cagó. Céntrate en tu artista y déjame en paz, todavía lo hace hoy en día. Es un retrasado. Quiero a Joan y me encantaría volver a trabajar con ella, y creo que ahora sería un gran momento. Así que es él, no Joan.”
Acerca de los ataques que ha sufrido por su relato acerca de su relación con Tony Iommi: “Primero no leo esa mierda, es basura y ellos no saben la verdad a menos que hayan leído el libro o hayan estado allí. Me pegó mucho, casi me mata. Es posible que gran parte fuera provocado por su problema con las drogas. Estaba tomando cantidades ingentes que no creerías, al nivel de Elvis Presley. Botes y botes de calmantes… se gastaba cientos de dólares en cocaína diariamente. Hay diferentes tipos de agresión y la gente tiene que saber eso. Está la agresión sexual, la agresión emocional y la agresión física, y esa es la que yo sufrí. No abusaba de mí verbal o sexualmente, era físico. No estoy inventándomelo, me sería imposible inventar una historia como esa, no soy tan buena mentirosa. Me dejó inconsciente, es verdad; te guste o no. Desperté y él estaba en cólera, fui hasta la puerta y hui, él estaba solo con ropa interior, así que no iba a perseguirme. Estoy seguro de que no soy la única mujer a la que se lo ha hecho, es muy posible que la mujer que tuvo antes que yo también fuera maltratada. Yo estaba enamorada de Tony, era mi todo, mi mundo, mi ídolo, mi amante. Me iba a casar con él, estábamos prometidos. No sabía nada sobre una relación violenta, nunca había pasado por ninguna. Mentí a mi madre diciéndole que tenía una amiga que estaba siendo maltratada, y ella me respondió diciéndome que si lo había hecho una vez, volvería a hacerlo. Ya lo había hecho varias veces, sabía que era cuestión de tiempo, así que tenía que marcharme. Menos mal que no estábamos casados y no teníamos hijos, así que hice las maletas y me marché. Lo siento por la gente que lo quiere, pero nadie lo ha querido más que yo y soy la única que ha sufrido por ello. Padecí estrés postraumático por lo que hizo, me afectó mucho. No me dejaba beber alcohol pero él tomaba todas esas drogas. Vale, pero es que tampoco podía tomarme un vaso de vino. Cuando nos separamos caí en una espiral de alcohol solo porque Tony no me dejaba hacerlo. En su libro el capítulo sobre mí solo dura una página y media, estuvimos juntos dos años. No sé como ese tiempo puede ocupar solo una página y media, posíblemente no se acuerde de la mitad.”

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