Sería la continuación de su exitoso "All hope is gone" de 2008 y el primer trabajo que graban desde la muerte de su bajista, y uno de los principales compositores del grupo, Paul Gray, en mayo de 2010.
Comenta Taylor al respecto que: "ha sido muy difícil volver a la carretera sin Paul, y no miento cuando digo que una parte de mí era como si me dijera todo el rato que qué sentido tenía esto sin él y qué estábamos haciendo. Todos somos piezas de un puzzle y ahora volver al estudio sin una pieza tan importante no será fácil pero creemos que es lo correcto y lo hacemos por una razón, probarnos a nosotros mismos que podemos hacerlo y es que no editaríamos un álbum que no fuera nuestro, que no fuera SLIPKNOT quiero decir.
Todavía pienso en cómo será hacer esto sin Paul, que él era como el pegamento entre nosotros y el que tenía mejores ideas y nos ayudaba a los demás a ser mejores músicos con su gran oído e instinto para esto. Él y Joey (Jordison, batería) venían siempre con la mejor música que nunca hubiéramos hecho.
Y parte del proceso y de todo esto era volver al backstage como una familia, aunque ahora en los próximos dos años tendremos que ver qué nos depara el futuro, cómo nos sentimos y qué representa el futuro para nosotros, y es algo que no nos lo podemos tomar a la ligera. Hay mucho de comerse el coco en todo esto, es raro."
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